La imagen del ex teniente coronel del KGB Alexander Litvinenko, consumido y agonizante en un hospital británico, poco tenía que ver con el osado agente que en 1998 denunció la corrupción y guerra sucia existente en el servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia. Poco después se estableció como exiliado político en el Reino Unido para huir de la persecución política...
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