El sargento Bowe Bergdahl volaba el sábado en un helicóptero de EE.UU., recién liberado, tras casi cinco años de cautiverio. El ruido ensordecedor de los motores del aparato impedían hablar. En un papel escribió «S.F.?» (las iniciales de «Fuerzas Especiales» en inglés) y se lo enseñó a uno de los militares a su lado. Tras la respuesta afirmativa, rompió a ll...
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