El Ejército egipcio, una de las instituciones más respetadas en el país, ha vuelto a convertirse en el gran demiurgo de la política egipcia, erigiéndose como defensor de la «voluntad del pueblo» y árbitro del polarizado e irreconciliable panorama político egipcio. La imagen de la institución ha experimentado una recuperación exprés. Si hace poco más de un año...
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