Giulio Andreotti, senador vitalicio, una de las figuras centrales del sistema político italiano durante 60 años y símbolo del poder de la Democracia Cristiana y procesado por estar acusado de relaciones con la mafia siciliana, murió ayer en su casa de Roma, situada a pocos pasos del Vaticano. Tenía 94 años, y 68 de ellos los pasó en el Parlamento. Para todos...
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