EE.UU. creyó haber ganado el día en que echó la soga a la estatua de Sadam, pero la contienda no hacía más que empezar
La invasión fue un paseo militar. Cuando los marines llegaron a la plaza Firdos, dejaron que media docena de iraquíes la emprendieran a patadas y martillazos con la estatua de Sadam, pero al final fueron ellos los que se hicieron cargo de la situación....

