Por unas horas Estoril volvió a ser el patio de juegos de la realeza europea. El «Bal de la Riviera», un gran baile benéfico que organizan todos los años el príncipe Carlos Felipe de Orleans y su mujer, la aristócrata portuguesa Diana Álvares Pereira de Melo, atrajo este fin de semana a lo más granado de la nobleza internacional hasta este rincón de la costa...
Suscribete para leer la noticia completa:

