CADA año, cuando el calor aprieta, dedico a mis hijos ésta columna. Rito permanente, espera el compás de once largos e intensos meses para verlos reflejados de nuevo en el querido papel de éste periódico. Porque os quiero -los lectores que me leéis con cariño sois para mí personas entrañables- me gusta compartir lo mejor que tengo, junto con Loles.
Dicen de padres,...
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