Adolfo Suárez Illana ya no es aquel niño travieso que hace casi 40 años jugaba al escondite con sus hermanos en los jardines de La Moncloa. Cuenta la leyenda que los cinco hijos del primer presidente de la democracia mataban las tardes de la transición disputándose el tricornio de uno de los guardias civiles que velaban por su seguridad como si se tratara de...
Suscribete para leer la noticia completa:

