Las sagas proliferan en artes y oficios. Los toreros, actores, políticos y médicos se dan en racimos. Es el turno de la moda, con la enorme proliferación de famosas hermanas dedicadas a la profesión de modelo. La cosa tiene cierta lógica, pues la belleza, al igual que la inteligencia, la calvicie o la diabetes, tiene mucho de hereditaria.
Asistimos al nacimiento...
Suscribete para leer la noticia completa: