El que haya visto la maravillosa película «La teoría del todo», habrá comprendido la capacidad de Stephen Hawking para elaborar teorías sobre cualquier tema. En la moda, hay creadores que, tras un comienzo sublime, se lanzan a los brazos de lo ridículo, con la teoría de que el escándalo aumentará su notoriedad. Pero de lo sublime a lo ridículo hay un paso, y...
Suscribete para leer la noticia completa: