«Renovarse o morir» es ley de vida en la volátil industria de la moda. Donatella Versace (59 años) aprendió esta lección a golpes. Tras la trágica desaparición de su hermano Gianni, asesinado en el verano de 1997, la diseñadora se vio forzada a dar un paso al frente y capitanear mil y una metamorfosis de la casa Versace, una de las últimas firmas independientes...
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