Cada año, los Globos de Oro han supuesto el comienzo oficial de las meteduras de pata en los a veces absurdos estilismos de algunas actrices. Vestidos globo, forzados corsés de los que sobresalían carnes generosas o ramilletes de huesos, flores y frutas, faldas con vuelo gigante, lentejuelas y tejidos de látex brillantes. Pero todo esto parece tocar a su fin,...
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