Un mediodía a comienzos de los años 30, un joven fotógrafo alemán, nacido Paul Albert Bohrmann e hijo de un respetable comerciante protestante, comía en un bistró de París con la diseñadora italiana Elsa Schiaparelli. Sí: la gran antagonista de Coco Chanel. Y entonces entró en el restaurante la suma dictadora del gran estilo, la mismísima Coco. Ignorando olímpicamente...
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