Habría que celebrar el Día Internacional del Vecino con Taladro
Me llevé tal susto que me desperté como una poseída. «¿Qué ha sido eso?», grité. Eran las 8 de la mañana del domingo. Un golpe seco pareció atravesar la pared de mi cuarto y salté de la cama buscando el agujero que había destrozado, sin duda, parte de mi hábitat natural. Al instante otro golpe me...
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