«Un buen costurero debe de ser arquitecto para los planos, escultor para las formas, pintor para los colores, músico para la armonía y filósofo para las medidas». Así definió Cristóbal Balenciaga (Guetaria, Guipúzcoa, 21 de enero de 1895-Jávea, Alicante, 23 de marzo de 1972) un oficio con el que se convirtió en el gran mesías de la moda occidental. La esencia,...
Suscribete para leer la noticia completa: