La trama del 3 por ciento funcionaba como un «grupo criminal» en el que cada implicado –entidades públicas, empresas, CatDem y Convergència Democrática de Catalunya (CDC), con el tesorero de esta formación Andreu Viloca en el centro– desempeñaba un rol determinado para conseguir los objetivos: en unos casos la adjudicación de obra pública y en otros la de financiar...
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