Contra lo que predican con tediosa insistencia los publicistas de la comunión nacionalista, la genuina máquina de fabricar independentistas no es el pobre PP sino la red de instrucción pública catalana. Esa gran cadena de montaje de encefalogramas «estelados» que comienza a operar en las guarderías normalizadoras de lactantes, continúa su obsesivo apostolado...
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