Ciudadanos pensaba que podía solventar por la vía rápida y sin apenas revuelo la polémica surgida después de que el desde ayer exportavoz en el Ayuntamiento de Valladolid, Jesús Presencio, triplicara la tasa de alcoholemia (dio 0,80) en un control realizado por la Policía local a las puertas de su domicilio. Pero se equivocó de plano. La «solución» de «aceptar»...
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