No fue una conversación precisamente agradable la que ayer por la mañana mantuvieron Mariano Rajoy y Jorge Fernández. El presidente tuvo que interrumpir sus vacaciones en Galicia para levantar el teléfono y, en persona, «doblegar» la voluntad de su ministro del Interior, reacio a dar más explicaciones de su «encuentro privado» con Rodrigo Rato en el despacho...
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