El ojo la crítica se posó de nuevo ayer en los Mossos d’Esquadra después de que una actuación suya contra el «top manta» en Salou (Tarragona) culminara con la muerte de uno de los que iban a ser detenidos –un senegalés de 50 años– tras precipitarse desde el balcón de la vivienda donde entraron los agentes. Un tercer piso. El suceso encendió las iras de varios...
Suscribete para leer la noticia completa:

