Cerca de la mitad de los contribuyentes canarios del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) declara por su trabajo ingresos anuales inferiores a 12.000 euros, es decir, ni siquiera llega a la categoría de mileurista, esa que con la crisis ha pasado de ser una condición sinónima de fracaso laboral, o cuando menos de estancamiento, a ser el sueño...
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