El pesquero Oleg Naydenov cumplió anoche su primera semana hundido bajo el Atlántico, desde donde continúa vertiendo un reguero de fuel y otros combustibles que el viento sigue impulsando lejos de las costas de Canarias, pero en unas condiciones que hacen imposible su recogida.
El buque ruso, arrastrero de 120 metros de eslora, se fue a pique en la medianoche...
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