«Era un joven educado y simpático, tal vez un poco silencioso en ocasiones, pero al fin y al cabo parecido al resto de miembros jóvenes de nuestra asociación». Así describía ayer uno de los socios del club privado de vuelo LSC Westerwald a Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló de manera voluntaria el avión de Germanwings. Tenía 27 años.
El presidente...
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