En 1978 no había más remedio que caminar hacia la descentralización, dice Roberto Blanco, catedrático de Derecho Constitucional. En aquel momento, sostiene, «no había otra opción». España era un Estado federal básicamente simétrico hasta el «disparatado» Estatuto de Cataluña. Y la asimetría del régimen de financiación vasco y navarro «fue el precio que hubo que...
Suscribete para leer la noticia completa: