La instalación de la malla antitrepa provocó un descenso de los asaltos a la valla, pero era cuestión de tiempo que los inmigrantes ideasen nuevos métodos para superarla. Con ese artilugio se conseguía que los asaltantes no pudieran utilizar el enrejado para agarrarse. La solución: la confección de garfios que sí penetran en la alambrada y que, por tanto, sirven...
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