Del gobierno «business friendly» (amigo de la empresa), del que el presidente Artur Mas hacía bandera cuando en 2010 recuperó la Generalitat para CiU, poco queda ya. La concentración de esfuerzos en el proceso soberanista, la parálisis administrativa y la posibilidad de que ERC, tras la etapa del tripartito, esté en disposición de volver a gobernar, ha disparado...
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