La división de Europa marcó la primera mitad de nuestro siglo XX. Y la marcó a sangre y fuego
Ganó el «no». La primera obligación de todo demócrata, pues, es felicitarse por el desenlace. Pero, una vez satisfecha la expansión, hay que preguntarse enseguida de qué ha servido el referéndum. De qué ha servido a los escoceses, de qué ha servido al conjunto de los...
Suscribete para leer la noticia completa: