Presos de ETA, que hasta el momento se han sometido a la disciplina de los dirigentes, se están planteando el cumplimiento de la legislación penitenciaria y la búsqueda de salidas personales, al perder toda la esperanza de obtener beneficios por el mero hecho de que la banda haya dejado de cometer atentados. «El colectivo está roto a cachos», llega a transmitir...
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