Por más retórica de la integración que emplease Sánchez, al que pierde siempre se le recuerda que lo ha hecho
Mientras los delegados entregaban la llave de la habitación y amontonaban sus maletas en uno de los bares del hotel, el congreso se cerró sin haber sofocado dos hogueras de enojo. Por una parte, el de Madina y Pérez Tapias, que se sentían regurgitados...
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