Fue detenido en Francia en 2010 cuando se reenganchaba a ETA con intención de volver a matar, tras su retiro dorado en Venezuela. Entonces, «creímos que al fin, 30 años después, sería juzgado por el asesinato de mi padre», afirma Ana Velasco.
Sin embargo, «nuestro estupor fue inconmensurable cuando, tras iniciar las gestiones para personarnos en el proceso, supimos...
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