Es un clásico de la política catalana: Josep Duran entra en cólera, amenaza con romper Convergència i Unió (CiU) para luego, como si nada hubiese pasado, desandar el camino para intentar salvar los muebles. No obstante, y a diferencia de otras ocasiones, la discrepancia de fondo por la manera cómo se enfoca el proceso soberanista sigue ahí, y las heridas abiertas...
Suscribete para leer la noticia completa:

