Cuando el juez Elpidio Silva llegó ayer al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) pasaban once minutos de las diez de la mañana, hora prevista para el comienzo de la segunda sesión del juicio por prevaricación en la instrucción del caso Blesa, en el que él es el único acusado. Ese retraso fue un nuevo intento de despreciar al tribunal que le juzga: «sin...
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