ETA mostró ayer un primer «señuelo» con el que escenificar su supuesto desarme a plazos, pero sin que asome una entrega efectiva de sus arsenales a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni voluntad alguna de disolverse ni pedir perdón. Fue, como se esperaba, el primer acto de un «teatrillo» inflado que llegaba convenientemente avalado por un grupo de...
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