Con su sentido del humor habitual, el Rey abandonó ayer el Hospital Quirón de Madrid, en el que el pasado jueves los doctores Cabanela y Trousdale le implantaron una prótesis definitiva en la cadera izquierda después de haber superado una infección. «Muy mal, muy mal», respondió Don Juan Carlos a los periodistas que, a las puertas del centro sanitario, le preguntaron...
Suscribete para leer la noticia completa: