Todos a una, cual ejército, se presentaron ante la juez para dar una misma versión de los hechos ocurridos en la noche del pasado cinco de octubre en el Raval de Barcelona: la actuación policial para reducir al empresario Juan Andrés Benítez, que falleció tras recibir varios golpes en la cabeza que derivaron en un fallo cardiaco, fue correcta y ajustada al «protocolo»...
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