Preocupado por la «fractura social» en la que puede acabar Cataluña, Felipe González lanzó ayer un serio aviso a los nacionalistas, pero, sobre todo, al PSOE: «La independencia de Cataluña como objetivo es un imposible, reitero, imposible»; es decir, ni como debate teórico. Lo dicho supone una obviedad, pero la rotundidad del expresidente del Gobierno sí resulta...
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