Gibraltar, esa herida abierta en la punta sur de nuestra geograf�a, vuelve a supurar. Y van ya 300 a�os de expolio ininterrumpido, de expansi�n permanente, de incumplimiento de la palabra dada. Ocupado por una escuadra anglo-holandesa en nombre de un pretendiente austriaco al trono espa�ol, Londres exigi� en Utrecht, como condici�n para reconocer al pretendiente...
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