La futura ley de transparencia, llamada a nacer con el más amplio consenso, tuvo ayer uno de los arranques más abruptos que se recuerdan en una ponencia parlamentaria, después de que sólo PP y UPyD decidieran proseguir con los trabajos. Con la presión por el escándalo de los ERE en uno de sus puntos más álgidos –y a pesar de compartir el grueso del proyecto–,...
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