Como en la fase más aguda de la crisis, aquel verano no tan lejano de 2012 en el que el edificio de la economía europea parecía condenado a desmoronarse por la exclusión de sus pilares más débiles, los países periféricos, Europa vuelve a mirar con impaciencia y un contenido sentimiento de alarma lo que sucede en Grecia. Es cierto que esta es otra Europa, una...
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