Año 1984. En una España «preeuropea» que trataba de combatir el paro con un Acuerdo Económico y Social que consagraba, entre enérgicas protestas ciudadanas y el rechazo frontal de un sector industrial en descomposición, el que es hoy uno de los principales males del mercado laboral, la temporalidad, una sociedad internacional de nombre y procedencia exóticos,...
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