A pesar de su nombre, el problema no queda circunscrito a la capital de España. Desde que Banca Privada d’ Andorra (BPA) se hizo con Banco Madrid en 2011, uno de sus focos de expansión ha estado en Andalucía, donde tenía oficina en Sevilla y —en breve— abriría en Málaga y Córdoba. En el inmueble que acogió la notaría del riguroso gallego Victorio Magariños, en...
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