Los relojes de Fráncfort marcan seis horas más que los de Washington D. C., pero entre Estados Unidos y la Eurozona la diferencia temporal, a veces, se estira hasta seis años. Son los que ha tardado el Banco Central Europeo (BCE), organismo que maneja la política monetaria de los países del euro, de Alemania a Chipre, en impulsar los estímulos monetarios no convencionales...
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