Eran las 11.53 de la mañana y se destapó la euforia en la Bolsa de Nueva York. La botella de champán de Alibaba, el gigante chino del comercio electrónico que ayer se estrenó en el parqué neyorquino, llevaba tiempo agitándose y no defraudó al descorcharse.
La compañía había fijado el precio de su salida a Bolsa en 68 dólares, pero la acción acabó debutando a 92,7...
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