El inmovilismo de François Hollande se ha convertido en una amenaza creciente para Europa, la moneda común, Francia y el modelo político francés, agravando una cuadratura del círculo cancerosa: más deuda, más déficit, desindustrialización, más paro y descomposición de los equilibrios políticos nacionales. A los veintisiete meses de su elección como presidente...
Suscribete para leer la noticia completa: