La evidencia de que el fin de la crisis soberana de la Eurozona y la vuelta a la normalidad de los mercados es aún frágil está en que un estornudo en un rincón del Viejo Continente sigue resfriando al conjunto del área euro. Banco Espírito Santo (BES), afectado por las dudas sobre la solvencia de su primer accionista, siguió desplomándose ayer en Bolsa. El regulador...
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