De entre los excesos cometidos por el sector financiero español en los años de bonanza se suele señalar la sobredimensión de la de capacidad instalada. La banca llegó a contar en 2008 con 45.662 sucursales. Hoy, cinco años después, 7.344 han cerrado y las entidades financieras les buscan comprador.
Pero esa avalancha de oferta ha saturado el mercado y es imposible...
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