Las alineaciones daban una curiosa sensación de convergencia.El Atleti se dibuja en un 4-3-3 estilizado con un tridente claro, más la ayuda virtuosa de Óliver; mientras que el Madrid de Benítez demuestra su preocupación por asegurar la posición en el centro del campo (y la fijeza de su 4-4-2 defensivo) con la entrada de Casemiro, un pivote, pivote. ¿Una convergencia...
Suscribete para leer la noticia completa: