Alessandro Florenzi no olvidará jamás el partido de ayer. El lateral de la Roma, el mismo que había saltado en su día a la grada para dedicar un gol a su abuela, marcó el gol más bonito de su carrera con un disparo prácticamente desde el centro del campo que tocó el poste antes de entrar en la portería de Ter Stegen. Al alemán no era la primera vez que le sucedía...
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