CUATRO jornadas más como las dos primeras de la Liga y se acaba lo que a través de los siglos quedó cincelado como «eterna rivalidad». Si en la primera los empates ante Málaga y Villarreal provocaron que pocos osaran a hablar del rival, en la segunda, las abultadas derrotas ante los equipos de la capital, como la vida misma en tantas y tantas cosas, sellaron...
Suscribete para leer la noticia completa: