No otorga gloria olímpica, pero sí prestigio. No podrá disputar esta rutina en Río 2016, pero lo hace con fiereza en el Mundial de Kazán, escenario para llenarse de orgullo y reivindicarse en la plata. Sin dejar de mirar hacia arriba, hacia esa Rusia sin parangón, Ona Carbonell baila y deleita en solitario, y llena la piscina de magia y emoción, con un solo con...
Suscribete para leer la noticia completa: